En la vida, uno se eleva hacia la felicidad o se hunde en la nada.

Parte de lo que voy  decir a continuación está dicho en la página;    ¿Hay Dios? ¿Seré sólo materia?  pero ahora  quiero analizar un aspecto muy puntual, las personas durante el trayecto de su vida;  ascienden o desciende; viven esperanzados o desesperan en ese avance; son más alegres o más tristes en su caminar. Está claro que nada más depende de lo que crean sobre las verdades futuras.

He hablado de las verdades futuras, más bien habría que habla de la Verdad futura, hay gente que dice que la verdad no existe, esto claramente es un error, pues nada más pueden darse dos situaciones futuras; existe vida después de la muerte o no hay nada más.

¿Que tipo de pensamiento inundan la vida de estas dos clases de personas? las que creen en Dios y las que nada más creen en la materia.

Si nada más creo en la materia, me encuentro con lo siguiente:

 Si creo en Dios, me encuentro con lo siguiente:

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Ya se ve que la diferencia entre los dos planteamientos es abismal, pero será cierto uno u otro;  en el primer caso uno va decreciendo en la vida pues se va del todo a la nada, en el segundo caso se va de la nada al todo, en el primer caso, si uno piensa se desencanta, según pasa la vida está uno más decaído, se está viendo el final que acaba, en el segundo uno vive esperanzada, y cada vez más, pues se acerca a la felicidad definitiva.

Yo se que para aceptar cualquiera de los dos casos, hace falta realizar un esfuerzo mental importante, o  creo en la materia y con ello en la posibilidad  potencial  de la vida desde siempre, o creo en que Dios que existe desde siempre, ya se ve por el resto de la web que mi opción ha sido  la segunda, en los dos casos hay que realizar un esfuerzo mental, pero mi mente no encaja con el primer caso, mi esfuerzo mental es mucho más considerable, pues para la materia existe el tiempo, ya que en ella hay transformación, mientras que en Dios no hay tiempo, todo es presente, es eterno, en Él no hay transformación alguna.