En la vida,
uno se eleva hacia la felicidad o se hunde en la nada.
Parte de lo que voy
decir a continuación está dicho en la página;
¿Hay Dios? ¿Seré sólo
materia? pero ahora quiero analizar un aspecto muy puntual, las
personas durante el trayecto de su vida; ascienden o desciende; viven
esperanzados o desesperan en ese avance; son más alegres o más tristes en su
caminar. Está claro que nada más depende de lo que crean sobre las verdades
futuras.
He hablado de las
verdades futuras, más bien habría que habla de la Verdad futura, hay gente que
dice que la verdad no existe, esto claramente es un error, pues nada más pueden
darse dos situaciones futuras; existe vida después de la muerte o no hay nada
más.
¿Que tipo de pensamiento
inundan la vida
de estas dos clases de
personas? las que creen en Dios y las que nada más creen en la materia.
Si nada más creo en la
materia, me encuentro con lo siguiente:
-
No hay
ninguna razón por la que existo.
-
Después
de la muerte no hay nada.
-
No
existe el bien ni el mal.
-
No voy
por ningún camino, ya que no voy a ningún sitio.
-
No
puedo tener esperanza en nada.
-
Mi vida
es sombría, triste, porque mis amores se van para siempre, y yo sigo
enamorada.
-
No
tiene sentido lo que hago, no tiene sentido mi vida.
-
No
puedo contestar a muchas preguntas que invaden mi ser, preguntas que me
hago continuamente y que me inquietan al no tener solución.
-
Qué
tragedia el dolor, los desengaños, las afrentas, el hambre, las guerras.
-
Y las
injusticias, ¿qué tratamiento tienen? Porque me pregunto entonces ¿hay
injusticias? ¿de dónde viene lo de la dignidad humana? ¿es que tenemos
los humanos más derechos que los elefantes?
-
No hay
verdad, ni luz que me ilumine, ni faro, ni antorcha; llevar lo que se
dice llevar sí puedo , pero para qué me sirve si no tengo nada que
iluminar porque no llevo camino.
-
Estoy
sujeto a mi desgracia, no puedo soportar una vida así. Vengo del todo y
me voy a la nada. Porque nada seré después.
-
¿Qué es
el amor? A mí que me parece lo más maravilloso de mi vida. ¿Será todo
química? Porque física no es. Qué tristeza la mía, porque si el amor
sólo es química, ¿cómo voy a sentirme querida? Imposible. Qué
desilusión.
-
Triste
vida la mía, ante el amor ¿cómo voy a exigir correspondencia? Sólo
esperar, pero creo que ni eso, es una triste esperanza, porque no hay
esperanza, estamos sometidos a esa química de la inestabilidad, porque
en química siempre los equilibrios son inestables, o no hay equilibrios,
entonces peor. Qué fraude mi enamoramiento.
-
No
tiene sentido, ni valor, el cariño de mis padres y de los seres
queridos; no hay deseo ni voluntad de amar, está en su naturaleza, qué
desolación, qué desengaño.
-
Pena,
tristeza, angustia. Desorden, el sin sentido, el absurdo, el caos, la
desolación.
-
Ni
camino, ni meta, ni amor, ni nada, ... Nada. Nada.
-
Además
en la teoría anteriormente expuesta ninguna de mis preguntas quedan
contestadas.
-
Triste,
muy triste, ¿pero posible?
Si creo en Dios, me
encuentro con lo siguiente:
-
Sé de
dónde vengo, Dios en su infinita bondad, me ha dado la vida contando con
la colaboración del amor de mis padres.
-
Dios, como buen
Padre, quiere lo mejor para mí, desea mi felicidad. Me ha dado unas
normas, intrínsecas a mi naturaleza humana, por las que regirme y con
las que ganaré el cielo.
-
Me ha dado
inteligencia y voluntad; para comprender y actuar en consecuencia.
-
Pero también me ha
dado libertad para amarle, cuidaré de no desaprovechar este tesoro.
-
Tengo un camino que
seguir, una fe, una esperanza.
-
La caridad debe ser
el motor de mi vida, sé que es lo único que importa.
-
Deberé descubrir la
voluntad de Dios en mi actuar diario, porque sé que es lo mejor para mí.
-
Lucharé para seguir
esa voluntad de Dios, quizá a veces no lo consiga, pero lo importante es
perseverar, de pedir perdón y continuar el camino.
-
Hay verdades
objetivas, esto me llena de consuelo, ¡cómo sino podría ser!
-
Todos los hombres
tenemos la misma dignidad, porque somos hijos de Dios y Él nos ha dicho
que nos amenos los unos a los otros.
-
Dios que ha hecho un
mundo de belleza, ternura, complacencia en las cosa creadas y que todo
lo ha hecho bien, ha puesto un disfrute material en nuestra naturaleza,
y quiere que las disfrutemos adecuadamente; por eso todo lo espiritual
es compatible con el disfrute de las cosas creadas, claro está que en el
lugar adecuado y en el momento oportuno. Por ello, disfrutaré de todo lo
creado momento a momento, claro está siguiendo las normas por Dios
establecidas.
-
Al caminar, habrá
dolores, pero el dolor tiene un sentido que en otra ocasión explicaré
con detalle. En principio, si diré que tengo que unirme a la Cruz de
Cristo, por la redención del mundo entero, por mis pecados y por los de
los demás.
-
Sé lo que Dios no
quiere: guerras, crímenes, abortos criminales, divorcios, injusticias,
hambre ni ningún otro mal.
-
Dios no manda
castigos al hombre, sino que lo que desea es que el hombre se convierta
de sus pecados y viva para la Vida Eterna.
-
Todo esto es
producido por el hombre, también por mí, cuando haciendo mal uso de la
libertad que Dios nos ha dado, actuamos en contra de su voluntad.
-
Pero Dios que todo
lo quiere conducir al bien, sacará provecho de esos males; para el que
los sufre sin duda alguna, Dios está con él sufriendo, ayudándole,
proporcionándole la fe y la esperanza necesarias, pero es que además
para el que ejerce el mal, también puede acarrear bienes, si es que se
arrepiente, pide perdón y rectifica.
-
Qué alegría el amor,
amor noble, generoso, amor de padres a hijos y de hijos a padres, amor
entre los esposos, amor al prójimo, y qué no decir del amor a Dios.
-
La muerte dejará de
preocuparme, es sólo el tránsito al cielo, tránsito que me conducirá al
encuentro con los seres queridos, allí con Dios la felicidad para
siempre, eternamente porque entonces el tiempo no existirá ya. No ya más
dolor, ni angustia, ni nada malo. San Pablo dice que ni ojo vio, ni oído
oyó, ni cabe en corazón alguno lo que Dios tiene preparado para los que
le aman.
-
Entonces mi vida
tiene sentido, tengo un camino y una meta y Jesucristo es el que me guía
y alumbra, además nunca falla, cuando no le vea es que han sido mis
abandonos y mis pecados los que me han alejado de Él, pero tengo
esperanza porque sé que tengo capacidad para pedir perdón y entonces con
ánimos renovados seguiré adelante.
-
Tengo además
entonces una ilusión para mí antes desconocida: alegría, optimismo,
trabajo ilusionado, pronto para hacer el bien, ayudando en lo que pueda
alrededor mío, agradeciendo a Dios por todos los bienes que me ha dado,
que se que son gratuitos, que deberé de sacarles un rendimiento para la
humanidad, y seguir siempre adelante con la gracia de Dios, hasta el
encuentro definitivo con Él y con mis amores que son muchos.
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Ya se ve
que la diferencia entre los dos planteamientos es abismal, pero será cierto uno
u otro; en el primer caso uno va decreciendo en la vida pues se va del
todo a la nada, en el segundo caso se va de la nada al todo, en el primer caso,
si uno piensa se desencanta, según pasa la vida está uno más decaído, se está
viendo el final que acaba, en el segundo uno vive esperanzada, y cada vez más,
pues se acerca a la felicidad definitiva.
Yo se que
para aceptar cualquiera de los dos casos, hace falta realizar un esfuerzo mental
importante, o creo en la materia y con ello en la posibilidad
potencial de la vida desde siempre, o creo en que Dios que existe desde
siempre, ya se ve por el resto de la web que mi opción ha sido la segunda,
en los dos casos hay que realizar un esfuerzo mental, pero mi mente no encaja
con el primer caso, mi esfuerzo mental es mucho más considerable, pues para la
materia existe el tiempo, ya que en ella hay transformación, mientras que en
Dios no hay tiempo, todo es presente, es eterno, en Él no hay transformación
alguna.