Dioses romanos
El Emperador Adriano sofocó la revuelta en el 135 y decidió demoler toda la ciudad de Jerusalén con el objeto de borrar todos los lugares que podrían incitar a otra revuelta a los judios. El emperador prohibió la presencia judía en la nueva ciudad. Una comunidad gentil-cristiana siguió viviendo en Jerusalén y aseguraron la continuidad en la identificación de los lugares sagrados (el primer obispo de esta comunidad fue Marcos).
![]() Una moneda acuñada en la Aelia Capitolina de
Adriano – Jerusalén |
De esta manera Adriano preparó una ciudad completamente nueva, estructurada de acuerdo a planes helenísticos y con el nuevo nombre de "Aelia Capitolina" ("Aelia" en honor suyo y "Capitolina" porque contendría un Capitol para los dioses romanos). En este nuevo plan arquitectónico el Jardín del Gólgota resultó ser el centro de la nueva ciudad. Algunos autores insisten en decir que el área de este Jardín se convirtió en el Capitol de la nueva ciudad con altares para los tres más importantes dioses romanos – Júpiter en el centro flanqueado por Juno y Minerva. Otros, citando evidencias que aparecen en los escritos de Eusebio de Cesarea, insisten en que el templo fue dedicado a Afrodita. Ambas escuelas de pensamiento concuerdan en que un templo pagano se erigió en ese lugar.
![]() Una placa de mármol de la tumba de Jesús |
Fuentes literarias cristianas narran como el Jardín del Gólgota
fue rellenado para estar a la altura del área para la construcción del nuevo
templo romano. Esto es como Eusebio de Cesarea (265-340), nacido en Palestina,
describe estos acontecimientos en su "Vida de Constantino"
"En esta cueva sagrada, sucedió entonces que algunas
personas impías y ateas, habían pensado retirarla por completo de la vista de
los hombres. Suponian dentro de su locura que así podrían ser capaces de
obscurecer la verdad de manera efectiva. Con ese fin trajeron una cantidad de
desechos desde lejos y con mucho esfuerzo recubrieron totalmente el lugar;
luego, habiendo llevado esto a una altura moderada, lo pavimentaron con piedras,
escondiendo la cueva sagrada bajo el masivo montón. Después, como si su
intento se hubiera llevado exitosamente a cabo, prepararon sobre esta base, un
verdadero y truculento sepulcro de almas, mediante la construcción de un
tenebroso altar de ídolos sin vida para el espíritu impuro al cual llaman
Venus y ofreciendo allí detestables oblaciones en esos profanos y malditos
altares. Porque ellos suponían que su objeto no podía ser de otra forma
totalmente alcanzado, más que enterrando así la cueva sagrada bajo esas
nocivas contaminaciones." (III, XXVI – véase también el informe de
Eusebio sobre el Santo Sepulcro)
Vale la pena notar que la profanación del lugar hecha por
el Emperador Adriano tomaba como objetivo de adoración un lugar existente de la
comunidad judeo-cristiana de Jerusalén, tanto en la tumba como en el Calvario.
Esta temprana veneración yace en las raíces de los escritos apócrifos de
Jerusalén. (Estos escritos se conocen como "el ciclo de Adán y Eva"
que comprende "La Cueva de los Tesoros" y "El combate de Adán").
![]() La Capilla de Adán bajo el Calvario |
El templo pagano de Adriano fue construido en el axis
este-oeste y fue rodeado por un Temenos (una muralla protectora con la fachada
en el Cardus Maximus a través del cual se entraba al recinto sagrado). S. Jerónimo
en una carta a Paulinus en 395 dice:
"A partir de los tiempos de Adriano hasta el imperio
de Constantino, durante casi 180 años, la estatua fue venerada en el lugar de
la Resurrección y en la roca de la cruz una estatua de mármol de Venus fue
ubicada allí por los gentiles. En las intenciones de los que llevaron a cabo
las persecuciones, creían poder remover nuestra fe en la resurrección y en la
cruz, si profanaban los santos lugares con ídolos".
![]() La Cueva bajo el Calvario desenterrada durante
las excavaciones arqueológicas |
![]() Otro enfoque de la misma cueva bajo el Calvario |
De estas descripciones, confirmadas además a través de la investigación arqueológica realizada en esta área, sabemos que el templo pagano de Aelia transformó el lugar judeo-cristiano en uno pagano al ubicar el culto de Júpiter sobre la tumba de Nuestro Señor y el de Venus sobre el Calvario. Esta situación continuó alrededor de 180 años como lo determina el mismo Jerónimo.
![]() Restos del Temenos (muralla que rodea) del templo pagano |