Ciudades al norte del Lago de Tiberiades |
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Corozaín |
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Ceasarea de Filipo |
BANIAS. Es el lugar norteño de esta región donde nace el río del mismo nombre, a los pies del Hermón; el Banias conjuntamente con el Hasbani y el Dan son los afluentes que conforman el río Jordán. También se le llama "Fuentes del Jordán", por la misma razón. Se conservan, abiertos en la roca, una gruta y unos nichos, tallados ex profeso para albergar al dios Pan, que lo era de la naturaleza. Herodes el Grande construyó además un templo, el Augusteo, posteriormente ampliado por el tetrarca Filipo en honor del emperador Augusto.
Es justo aquí donde se localiza la Cesarea de Filipo hasta la que llegó jesús y donde tiene lugar el pasaje de Mt 16, 13-20, sobre la confesión mesiánica de Pedro. No puede extrañar, pues, que llegara a ser sede episcopal en el s.IV, y su obispo asistiera al Concilio de Nicea. Muy cerca, encaramado a unas alturas, pueden verse aún las resinas del castillo cruzado de Nimrod. Desde allí, se divisa una espléndida panorámica de todo el valle de Hule.
Las excavaciones de 1989, hechas por el Departamento de Antigüedades de Israel, han descubierto frente a la gruta elementos del s.I d.C. que pudieron ser templos o ninfeos, posteriormente convertidos en un edificio público. La zona este de la Gruta era el centro cívico y cultual de la vida de la ciudad. Así lo testimonian los últimos descubrimientos de edificios romanos: un toro, un edificio público, probablemente un templo pagano, que data del tiempo de Filipo, con columnas de 1'20 de diámetro, además de tiendas y almacenes alineados a lo largo de una calle. Las tiendas son de época bizantina y muestran señales de incendio. El foro, de tipo absidal comprende 12 salas abovedadas. Han aparecido ya 400 metros del cardo maximus. Sobre el templo, hubo una iglesia en el s. IV.
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Llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipo y preguntaba a sus discípulos: ¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre? Ellos contestaron: Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.
EL Les preguntó: Y vosotros ¿Quién decís que soy yo? Simón Pedro tomó la palabra y dijo: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Jesús; le respondió: ¡Dichoso tú, Simón hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso sino mi padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y el poder del Infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los Cielos; Lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo (Mt 16, 13-20).