Santo Sepulcro, época en decadencia.

Jerusalén cayó ante el Ejército de Saladino en el 1188. La iglesia del Santo Sepulcro fue cerrada y nadie podía oficiar en ella. De hecho el peregino Titilar en el 1217 observó que la Iglesia del Santo Sepulcro y el lugar de la Pasión estaban siempre cerrados, sin servicio religioso y sin honores y que las puertas se abrían solamente para los peregrinos que pagaban bien! Los cristianos obtuvieron permiso para usarla solamente durante el cese del fuego de 1192 y 1229. En el 1244 muchos cristianos murieron durante las invasiones y el edificio del Santo Sepulcro se dañó.

A view of the sepulchral chamber

Una vista de la cámara del Sepulcro

El mundo cristiano protestó fuertemente contra la masacre y el Sultán Ajub se disculpó en 1246 ante el Papa Inocencio IV diciendo que todo había sido hecho sin su conocimiento. También le informó al Papa que le había dado las llaves de la basílica a dos familias musulmanas quienes tenían que abrir las puertas de la basílica para los peregrinos que llegaban al lugar. Estos guardianes de las llaves del Santo Sepulcro abrían la iglesia sólo en ciertos días y después de recibir una compensación adecuada. Desgraciadamente los guardianes de las llaves siguen siendo una realidad hoy en día
Los peregrinos que vienen de todas partes del mundo, después de pagar elevados impuestos, acostumbraban ser recibidos dentro de la iglesia, y se les ofrecía un lugar y un altar donde podían celebrar su liturgia. Esta fue la época en la que varias colonias que llegaron de Mesopotamia, Egipto, Armenia, Etiopía, Siria, Grecia y Georgia se establecieron alrededor del Santo Sepulcro. La reina Tamara de Georgia hizo un arreglo con el sultán de Egipto, que permitía a la colectividad de Georgia estar exenta de impuestos y vivir dentro de la Iglesia del Santo Sepulcro. Solían recibir regalos y alimentos a través de agujeros hechos en la puerta de la Basílica.

Este es un período muy obscuro en la historia del Santo lugar de culto. Oficiales públicos sin escrúpulos jugaban con la vida de los cristianos para permitirles entrar en este santo edificio. En múltiples ocasiones se llevaban a cabo remates públicos! El santuario decaía poco a poco. Los mosaicos de las paredes se iban deteriorando y junto con ellos la totalidad de la estructura comenzó a venirse abajo.