CAFARNAÚN, INTRODUCCIÓN
Esta Guía arqueológica de Cafarnaún intenta suministrar una
información concisa, fiel y actualizada, de las diecinueve campañas de
excavaciones (1968-1986) dirigidas por el franciscano P Virgilio C. Corbo y por el autor del presente estudio
P. Stanislao Loffreda
Los arqueólogos exhumamos los restos materiales del pasado, pero buscamos algo
más en realidad. Nuestro último objetivo es restablecer, en lo posible, el
contacto con las generaciones pasadas, hablar con ellas y permitirles que hablen
a las generaciones actuales. El arqueólogo - solía repetir M. Wheeler -
investiga más las personas que las cosas.
En efecto, cuando pensamos que Cafarnaún fue "la ciudad de Jesús" y,
en cierto modo, la cuna del Cristianismo, nos percatamos al punto de la
importancia que sus restos antiguos, sacados a la luz, revisten para la
humanidad.
Si las páginas que siguen ayudan al lector a encontrarse con los moradores de
la antigua población de Cafarnaún, a muchos de los cuales conoce ya por el
nombre, nuestro objetivo está plenamente logrado.
"Subió a una barca y sus discípulos
le siguieron. De pronto, se alborotó el lago de tal manera que las olas cubrían
la barca. Jesús entre tanto dormía. Los discípulos se acercaron y le
despertaron diciendo: - Señor, sálvanos, que perecemos. El les dijo: - ¿Por
qué tembláis, hombres de poca fe? Entonces se levantó, increpó a los vientos
y al lago, y sobrevino una gran calma. Y aquellos hombres, maravillados, decían:
- ¿Qué clase de hombre es éste, que hasta los vientos y el lago le
obedecen" (Mt 8,23-27)