CAFARNAÚN, LA IGLESIA OCTOGONAL
En la segunda mitad del siglo quinto, un audaz proyecto
transformó radicalmente la isla sagrada: la domus-ecclesia desapareció casi
del todo, a excepción de la pared exterior del cercado, y en su lugar se
construyó una iglesia octogonal a un nivel más alto. La iglesia bizantina
responde a un plano totalmente diferente de la domus-ecclesia precedente. Un
pequeño ábside, situado al este, indicaba la nueva orientación (común a las
iglesias cristianas), en tanto que la entrada frontal se hizo por el oeste,
demoliendo algunas casas privadas y rebajando por este lado la vieja pared de
valla para alzar una plataforma a la altura del nuevo pavimento musivo de la
iglesia. La planta de la iglesia consistía en un pequeño octógono central, un
octógono concéntrico más grande y un semi-octógono exterior. A través de éste
último se accedía tanto al interior de la iglesia como a las sacristías
orientales.
En una segunda fase, el centro del ábside fue dotado de una
pila bautismal. El tema del pavo real, símbolo de la inmortalidad, destacaba
en el pavimento musivo del octógono central. Los cimientos de la iglesia
octogonal estaban construidas de piedra basáltica y de argamasas muy
resistentes; en cambio, las superestructuras eran de grandes bloques blancos
de caliza. Este vasto proyecto es probablemente atribuible a los cristianos de
la Gentilidad, que por entonces habían alcanzado fortaleza suficiente para
contrarrestar la supremacía de la vieja comunidad judeocristiana de Cafarnaún.
Es sabido que las relaciones entre ambas ramas de la cristiandad no eran en
verdad excelentes. Los Judeo-cristianos tropezaron a menudo con una fuerte
oposición tanto de parte de los Judíos-ortodoxos, que los tenían por
traidores, como de parte de los cristianos de la Gran Iglesia, que los
consideraban herejes. A pesar de ello, éstos últimos no dudaron en conservar
el carácter sagrado de bastantes santuarios judeo-cristianos. En el caso
específico de Cafarnaún es sorprendente comprobar la estrecha relación o
concatenación existente entre la enterrada domus- ecelesia y el octógono
sobrepuesto.
En realidad, el plano octagonal de la nueva iglesia fue
sugerido por un doble propósito: preservar el recinto sagrado del siglo
cuarto y señalar la ubicación exacta de la casa de San Pedro, enterrada ya
bajo el podium de la iglesia. ¿Cómo lograr ambas cosas? Construyendo el octógono
central exactamente sobre las paredes truncadas de la venerada sala n. 1. Es
cierto que los peregrinos no podían ya ver la venerada casa, sepultada bajo
el pavimento musivo; pero la situación del octógono central transmitió con
precisión su exacta ubicación. Un peregrino de Piacenza, que visitó Cafarnaún
hacia el 570, escribió: "Item venimus in Capharnaum in domo beati Petri,
quae est modo basilica" (Igualmente llegamos a Cafarnaún a la casa del
bienaventurado Pedro, que actualmente es una basílica).