Voluntad de Dios

Querida María:

Cuántas veces hemos hablado de la providencia divina, qué importancia ha tenido para ti siempre, recuerdas nuestros comentarios

La voluntad de Dios se manifiesta de dos maneras distintas: una, es la voluntad Dios significada y otra, la voluntad de Dios de beneplácito.

La primera es cuando Dios queriendo que suceda un acontecimiento lo ordena de manera explícita y ocurre de manera inequívoca, en este caso puede que en ocasiones se fuerce la libertad humana, pero siempre conlleva un bien para el hombre.

La segunda es cuando ocurre un acontecimiento contrario al sentir de Dios, pero que debido a la libertad del hombre, este haciendo un mal uso de la misma, actúa perjudicándose a sí mismo, al prójimo o a los dos. En este caso, Dios no desea esta actuación , es más, trae inconvenientes para el hombre, además sufre; en este caso se origina un mal, aunque puede traer como consecuencia un bien indirecto.

Dicho de otro modo, las cosas que ocurren en el universo se pueden clasificar de dos manera: unas las que son deseadas por Dios y otras, las consentidas por El aunque no deseadas. Las deseadas por Dios siempre conllevan  un bien para el hombre y la humanidad, las consentidas, acarrean el mal siempre, aunque Dios puede sacar siempre un bien indirecto.

Qué expresión tan cargada de confianza, la de Celina, esposa de mi amigo Oscar - salvadoreño-, cuando a mi pregunta sobre la situación de un problema que tenían muy grave me contesto: estamos esperando lo que dice Dios.

Con esto no quiere decir que el cristiano sea una persona pasiva, al contrario, debe  luchar con todas sus fuerzas para alcanzar sus propósitos, siempre que estos lógicamente sean honestos, pero la consecución de los mismos ya sólo depende de la voluntad de Dios; podremos también rezar , mejor dicho, deberemos rezar, pero la palabra última la tiene Dios.

Por ello debemos vivir confiados en la providencia divina, siempre ocurre lo mejor para nosotros, si es de nuestro agrado daremos gracias a Dios, y si no lo es, también.

Si vivimos así, estaremos confiados, tranquilos, serenos.