¿Que espera  Dios de nosotros?

En el Génesis se describe la creación del mundo por Dios, y dice que todo era bueno (Gen. 1,1-25)

Después Dios crea al hombre (Gen. 1, 26), a su imagen y semejanza lo creó, y lo crea por amor, y con un único fin; para que le sirva en esta vida (por el amor), y después le vea y le goce en la vida eterna.. 

Y cuando Dios crea al hombre (hombre y mujer los creo) los bendijo  y  les dice; Procread y multiplicaros, y henchid la tierra, y sojuzgarla, y dominar en ... (Gen. 1,28)

Y sigue el relato bíblico diciendo; Así, pues, tomó Dios al hombre y lo puso en el vergel de Edén, para que lo cultivase y guardase (Gen. 2,15).

Quiero insistir en que Dios crea al hombre por amor, y construye por él toda la tierra y cuanto la contiene, y crea al hombre para amar y para que sea feliz en su compañía.

Pero retomemos la pregunta ¿que espera Dios de nosotros?

Veamos lo que dice el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica: Dios ha creado todo para el hombre, pero el hombre ha sido creado para conocer, servir y amar a Dios, para ofrecer en este mundo toda la creación a Dios en acción de gracias, y para ser elevado a la vida con Dios en el cielo. Solamente en el misterio del Verbo encarnado encuentra verdadera luz el misterio del hombre, predestinado a reproducir la imagen del Hijo de Dios hecho hombre, que es perfecta "imagen de Dios invisible".

Y nosotros, a nuestra  manera, afirmamos que; Dios espera de nosotros, amor, amor a Él, amor a los hermanos y amor al mundo creado por Él para nosotros, no es otra cosa lo que se desprende de la Palabra de Dios y de la vida de Dios hecho Hombre.

Esto no es una novedad para nosotros, ya lo sabíamos pero es bueno insistir, San Juan de la Cruz escribió que "al atardecer de la vida seremos examinados en el amor" y los evangelistas insisten, una y otra vez, explicando la doctrina de Jesús que, el principal mandamiento es el amor. Con esto basta.

Pero ese amor, así de genérico, puede que no lo vivamos bien, sino  empezamos por tener  amor a los que nos rodean y por tener  amor  a lo que nos rodea.

Es posible que encontremos personas que hablan muy bien del amor genérico a las personas que no conocen o que conocen de lejos, como por ejemplo a los palestinos, a los iraquíes, a los indios amazónicos, etc. pero desprecian al vecino o al familiar. Y lo mismo pasa con la disminución de la capa de ozono, muchos critican a las grandes potencias  y a las multinacionales,  pero descuidan su entorno más habitual, es más en ocasiones lo destrozan.

No es otra cosa la que quiere decir el catecismo cuando afirma, que Dios crea al hombre  por amor, y con un único fin; para que le sirva en esta vida (por el amor), y después le vea y le goce en la vida eterna.. 

Ese servir a Dios (por el amor), no es otra cosa que servirle; amando al prójimo, a la tierra que nos dio, y a Él mismo, que nos creó por amor.

Esa es nuestra meta en la tierra, no hay otra cosa que hacer. Luego podrán acciones puntuales de amor o de caridad, que serán manifestaciones externas de caridad y que son  también convenientes.

Dentro de estas manifestaciones, y solo como ejemplo pues el abanico es ilimitado,  podemos indicar las siguientes;   Visitar en orfanatos, asilos, hospitales, cárceles, etc. a personas que no tienen familia o que si la tienen no les visitan nunca o casi nunca, haciéndose amigos de ello y consolándoles en sus necesidades;  Prestar algún servicio en ONGs o Instituciones de la Iglesia, las hay de todo tipo, además no es preciso que este servicio sea como el de un profesional cualificado, basta con que sea como el de un amateur voluntarioso.

Yo aprovecho a animaros a ello, es una experiencia muy interesante, y que aunque pueda uno pensar que va a prestar un servicio, en realidad el que sale reconfortado es el propio voluntario. Este año pasado de 2006, estuvimos en Mazamari, provincia de Satipo, departamento de Junín, en la ceja de selva amazónica peruana, colaborando en la Aldea del Niño "Beato Junípero Serra". Esta Aldea ha sido fundada por el franciscano valenciano P. Joaquín Ferrer y colaboran con él las Hermanas Franciscanas de Copacabana. . También estuvimos en la Misión de Santa Teresita del Niño Jésús, esta Misión donde se recogen a  niños y niñas, y se les atiende como si fuese su casa, ya que no tienen otra. Ha sido una experiencia inolvidable.

Termino con estas afirmaciones:   

Dios  habla al hombre de muchas maneras, le habla en el corazón, le habla por medio del  Antiguo Testamento,  después lo ha hecho por medio de Jesucristo, es entonces cuando más claro ha quedado el tema de la importancia del amor, es también entonces cuando nos ha dado  numerosas  recomendaciones, pero es siginificativo que en el pricipio de los tiempos le dijo: Procread y multiplicaros, y henchid la tierra, y dice el Géneis que puso  Dios  al hombre en el vergel de Edén, para que lo cultivase y guardase.

Y resumo estas recomendaciones, como algo propio al ser del hombre; amar a Dios y al prójimo;  amar la tierra que pisamos, trabajarla, cultivarla y guardarla; procread, multiplicaros y henchid la tierra.  Estas son una recomendaciones entre otras muchas más que en otros lugares mencionaremos.

Pero si volvemos  a la clave de todo que es el amor, nos daremos cuenta que con amor todo lo demás se cumple, y es que el amor todo lo llena, si tenemos amor a Dios y al prójimo todo lo demás se cumplirá implícitamente. Ya dijo san Agustín; ama y haz lo que quieras, dando por sentado que,  si de verdad  amo, y soy consecuente con ese amor, todo lo demás estará también cumplido, sino no habremos amado como decimos.