Prestigio moral de Juan
Pablo II en en mundo.
No sé si voy a ser capaz de resumir
el interés de los jóvenes por asistir a la jornada
mundial de la juventud convocada por Juan Pablo II en Roma y a la que asistimos
casi toda la familia, Tor Vergata fue un hervidero de peregrinos
que desbordaron todos los cálculos.
Juan Pablo II, creo que podría
afirmar, es la persona de mayor prestigio moral en el mundo, las razones
son claras, es el único que en el año 2000 ha afirmado,
pedido o exigido lo siguiente:
|
|
A los países más
industrializados:
- Que condonen la deuda a los
países más necesitados.
- Que no impongan un control de los
precios, en beneficio de unos pocos.
A todos los gobernantes:
- Que influyan en favor de una más
justa distribución de la riqueza.
- Que sean honestos y no abusen del
poder.
- Que todo el mundo tenga cubiertas
sus necesidades más elementales como: la vivienda, la educación,
la sanidad, la alimentación y el vestido.
- Que sean conscientes de que han sido
elegidos para servir.
- Que son muy difíciles las
guerras justas. ¿Es que se han agotado los caminos pacíficos?
Seguro que no.
- Que haya libertad de expresión
real.
- Que haya libertad de culto
religioso.
- Que nadie sea discriminado por razón
de sus creencias, de su color o de su raza.
- Que haya libertad de enseñanza.
A las autoridades penitenciarias:
- Que se estudien las penas de los
reclusos y se sea generoso en la práctica de las excarcelaciones
y reducciones de las penas.
A los empresarios:
- Que los bienes de producción
no son propiedad absoluta de ellos.
- Que el beneficio de la empresas
debe distribuirse justa y generosamente entre todos.
A los jóvenes:
- Que son la esperanza de la
Iglesia para construir un mundo más justo.
- Que se formen para no ser manipulados.
- Que vivan la vida limpia en el noviazgo,
que se respeten.
- Que el sexo no es un fin en sí mismo.
- Que no se dejen alienar con la droga,
la bebida, etc.
A la humanidad entera:
- Que se respeten a las personas
todas.
- Que el bien y el mal no son criterios
subjetivos.
- Que no son buenos los fundamentalismos
de ninguna clase.
- Que se respete la vida desde el
primer momento de la concepción.
- Que el primer derecho del niño,
antes que ningún otro es el de la vida.
- Que la justicia a secas no basta, si no está impregnada de la caridad fraterna.
- Que el mundo recibido de la mano
de Dios, es para toda la humanidad, la que ha vivido hasta ahora
y la que vendrá después. Que debemos de cuidarlo.
- Que la propiedad privada es un derecho
natural, pero que sobre este derecho hay una hipoteca social. Dios
no ha hecho los bienes para el uso y disfrute de unos pocos sino
para toda la humanidad.
A los matrimonios:
- Que tienen una responsabilidad con
el hijo o los hijos que hayan traído al mundo; su primera
obligación es hacerlos felices, para ello deben de quererse, comprenderse,
hacerse la vida mutuamente agradable, en una palabra entregarse mutuamente
única y permanentemente.
TODO ESTO Y MUCHO MÁS,
ME HA CONMOVIDO
ME HACE SENTIRME A SU LADO;
LA JUVENTUD HA VIBRADO CON
EL.
PERO, ¿Y ESO ES
TODO?
No. Hay mucho más aún. Si
las enseñanzas de Juan Pablo II fueran suyas, si sólo tuviera bonitas
palabras, su atractivo sería otro. No, Juan Pablo II es mucho más
aún.
Juan Pablo II es el sucesor de Pedro,
primer Papa de la Iglesia, cuya cabeza es Jesucristo, hijo de Dios y Dios
mismo.