El Papa, cabeza de la Iglesia.

Ya hemos visto como Jesucristo fundó su Iglesia; Iglesia que debería durar hasta el fin de los tiempos, por lo que una cabeza era imprescindible. Eso hizo Cristo, puso a Pedro, primer Papa, como cabeza de su Iglesia, y lo hizo precisamente nada más fundarla; en Mateo 16, 19 dice Jesús; Yo te daré la llave del Reino de los Cielos.

Y lo dijo en el contexto de la fundación de la Iglesia, al decirle a Pedro en Mateo 16, 18-19: Y ahora, Yo te digo: Tú eres Pedro, o sea Piedra, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las fuerzas del Infierno no la podrán vencer. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos: todo lo que ates en la tierra será atado en el  Cielo, y lo que desates en la tierra será desatado en el Cielo.

Los Evangelios, los Hechos de los Apóstoles y las Epístolas muestran que  Pedro actuó siempre como Cabeza de la Iglesia y además se ve que los Apóstoles reconocían su primacía siempre. Cuando  se mencionan los nombres de los Apóstoles, Pedro es el primero en ser enumerado. Cuando alguien tiene que tomar la palabra de entre los Apóstoles, siempre es Pedro el que habla primero.

Es también clave, como se detalla en el evangelio  después de la resurrección, las palabras de Jesús:
Juan 21, 15-17. Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.»
Vuelve a decirle por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me amas?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas.»
Le dice por tercera vez: «Simón de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas.

Cuando Jesús predice las negaciones de Pedro, en Lucas 22, 32, le dice: Pero yo he rogado por ti, para que no se apague tu fe. Tu, una vez convertido , sé la fortaleza de tus hermanos.

Las palabras de Jesús es lo importante, pero además hay unas cuestiones de una relevante importancia, y es el hecho de que el resto de los apóstoles y discípulos que siguieron a Jesús siempre le consideraron a Pedro, la cabeza, y las primeras generaciones de cristianos como tal lo tuvieron. Fue célebre la frase que dice "Donde está Pedro, allí está la Iglesia".

Fijémonos en que estas  palabras de Cristo y otras del evangelio  son inequívocas:
 


Dios nombra a Pedro Cabeza de su Iglesia, y le promete su asistencia que le conducirá a la verdad, esto es lo que afirmamos cuando decimos que el Papa cuando habla excátedra es infalible. Errores en las personas humanas, posible y seguro que se dan, pero Dios promete la asistencia  del Espíritu Santo para que no haya error en ninguna cuestión de trascendencia.

Hay otros textos que refrendan lo expuesto, no solo del Nuevo Testamento, sino también  escritos de los primeros cristianos, donde se ve como la primera comunidad consideraba a Pedro y a sus sucesores, Cabeza de la Iglesia. Pero creo que estos datos son suficientes para mi objetivo.