Lo que representa y es la Navidad

Primera parte "Lo que aconteció"

Vamos a empezar recordando un texto de la Sagrada Escritura, Lucas 2, 1-17.

1 Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo.


2 Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador de Siria Cirino.


3 Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad.


4 Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David,


5 para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta.


6 Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento,


7 y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento.

8 Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño.


9 Se les presentó el Angel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz; y se llenaron de temor.


10 El ángel les dijo: «No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo:


11 os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor;


12 y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.»


13 Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:


14 «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace.»


15 Y sucedió que cuando los ángeles, dejándoles, se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros; «Vayamos, pues, hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y el Señor nos ha manifestado.»


16 Y fueron a toda prisa, y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.


17 Al verlo, dieron a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel niño;


18 y todos los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían.


19 María, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón

.
20 Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho
.

Segunda parte, razones que explican ese acontecimiento.

Hay dos preguntas claves en esta cuestión; ¿Por qué? Y ¿Para qué? Se encarna Dios en las entrañas de la Virgen María y nace entre nosotros.

¿Por qué se encarna Dios entre los hombre? Hay nada más que una respuesta, "por amor", por amor a nosotros, por amor a los hombres que Él mismo ha creado.

Dios crea al hombre por amor, y construye por él toda la tierra y cuanto la contiene, y crea al hombre para amar y para que sea feliz en su compañía. Pero para amar hace falta ser libre y Dios nos crea en libertad, precisamente para poder amarle a Él y a todos los hombres, sus hermanos.

Y el hombre usando mal de su libertad peca contra Dios, contra si mismo y contra sus hermanos. Pero el amor de Dios es tan grande que prepara el remedio para ese pecado. Y de aquí surge la contestación a la pregunta:

¿Para que se encarna Dios entre los hombres? Para redimirnos de los pecados cometidos, para darnos ejemplo de vida y para abrirnos definitivamente las puertas del cielo.

El hombre por su propia naturaleza, ya caída, no era capaz de ofrecer a Dios nada que pudiera desagraviar por los pecados cometidos, es por eso, que Dios mismo, a través de su hijo Jesucristo, se ofrece al Padre como redención de nuestros pecados. Y lo hace a través del sacrificio de la cruz, y es de esta manera como nos redime de nuestros pecados; de los pasados, de los presentes y de los futuros.

Hay un momento clave en la vida de Jesucristo, y es cuando en el Cenáculo, instituye la Eucaristía, dice del pan consagrado que "es su cuerpo que será entregado por nosotros", y del vino consagrado dice que "es su sangre que será derramada por nosotros y por todos lo hombres para el perdón de los pecados".

Es decir que su cuerpo va a ser entregado por nosotros y su sangre derramada por todos los hombres, y dice algo más, muy importante, ¿para qué? Para el perdón de los pecados.

Es decir que Jesús nace entre nosotros para perdonarnos los pecados, pero fijémonos que no dice de los pecados de los católicos, ni de los cristianos, ni de los creyentes en Dios, habla del perdón de los pecados de todos los hombres. Lo que ocurre es que para que esta gracia entre en nuestros corazones hace falta tener las disposiciones necesarias, para un cristiano será la confesión sacramental y para el que no lo es e inclusive es ateo de alguna manera misteriosa también le llega el perdón, siempre y cuando intente reparar el mal causado y tenga las debidas disposiciones de arrepentimiento.

Que importante es esto, Dios se encarna, nace y muere en la cruz para el perdón de los pecados de los hombres. ¿Como no vamos a valorar la Navidad? Y de paso todas las misas que en el mundo se celebran diariamente, donde se está haciendo presente el sacrificio incruento de la Cruz, y por tanto la actualización del perdón de nuestro pecados.

Tercera parte, cuestiones prácticas que podemos vivir.

Para nosotros los cristianos estas fiestas de Navidad no deben de tener desperdicio, son días durante los cuales tenemos que:

Cuarta parte, terminamos con el Introito de la II Misa de Navidad

Hoy brillará la luz sobre nosotros,

porque nos ha nacido el Señor.

Esa verdad debe llenar nuestras vidas:

Cada Navidad ha de ser para nosotros

un nuevo encuentro con Dios,

dejando que su luz y su gracia

entren hasta el fondo de nuestra alma.

El Hijo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros,

perfecto Dios y perfecto hombre.

Este es el misterio que debía remover a los cristianos.

El Hijo de Dios, Dios mismo, que se hace hombre,

para redimirnos del pecado y darnos ejemplo de vida.