En Las Matas

 

Hoy16 de julio del año 2002, festividad de la Virgen del Carmen, día lógicamente muy entrañable como todas las fiestas de la Virgen, y quiero aprovechar este día para plasmar brevemente la fiesta de familia que Paco y Ana celebraron en las Matas, la verdad es que nos reunimos casi toda la familia, cerca de sesenta personas, el motivo, ninguno en especial, pero desde hace varios años ya barruntaban la idea de una celebración de familia.

 

El lugar, Las Matas, asentamiento en las proximidades de Madrid, que hace un siglo prácticamente no había más que unas casas de ferroviarios, creo que Horno, el bisabuelo de Paco, fue como lo diría, como el fundador del pueblo actual. Sobre un altiplano situado entre el pueblo y la Finca del Pardo, estaba el lugar de la celebración, sesenta hectáreas de vegetación, en algunos lugares infranqueables, daban un esplendor especial. El día, 13 de julio, sábado. Hora las 21 horas.

 

Nos reunimos los distintos grupos familiares, nunca nos habíamos reunidos   sitios; Madrid, San Sebastián, Sevilla, Barcelona, Pamplona, ...Paco y Ana estaban muy contentos, lo prepararon todo con el máximo detalle; la música, los adornos, las luces, todo el escenario, hasta los mariachis amenizando el final de la cena.

Al terminar la misma les dirigimos las siguientes palabras:

 

Queridos Paco y Ana:

 

Todos los aquí presentes queremos agradecérosle cariño que nos tenéis y que entre otras formas lo habéis demostrado con este encuentro de familia. Lo habéis preparado todo con un derroche de ilusión y generosidad.

Yo, quizá por ser el más viejo, soy el que me ha tocado deciros que gracias por todo y que os queremos, y lo hago en nombre de todos, de los presentes, de los que no han podido venir, y de los que como nuestros padres, ausentes, desde el cielo nos bendicen y os bendicen.

Para terminar no quiero más que recordar unas palabras que con frecuencia a María nuestra hija le pedimos. “ Que desde el cielo continúe bendiciéndonos y guiándonos para que formemos una familia unida por la caridad mutua y la humildad.”

Nada más queridos Paco y Ana, solamente nos queda daros de nuevo las gracias y entregaros un detalle que recuerde este día.

 

Los detalles fueron dos; un marco con una foto antigua de familia y la estatua de un angelito para el jardín. No eran recuerdos cualesquiera, eran detalles que servirán para recordar; 

 

El primero, para que nunca se nos olvide la importancia que la familia tiene, es la base de la sociedad, el lugar donde a uno siempre le esperan, donde se encuentra acogido, comprendido y querido. Y se lo dimos para recordarles y recordarnos que la familia la tenemos que cuidar, un día y siempre.

El segundo, el angelito para que sirva de ángel custodio, de guardián de nuestras vidas, para que con su presencia en ese jardín, nos recuerde la trascendencia de la vida. Y que cada vez que pasemos a su lado, le invoquemos como guardián de las Matas y de la familia.

 

Después de la cena y de los festejos, música, mucha música, de toda la vida, pero al terminar y ya como agradecimiento a la Virgen, en un silencio que se cortaba, entonamos un canto a la Virgen:

  

Dios te salve, María

del Rocío, Señora

luna, sol, noche y día

y pastora celestial.

Dios te salve, María

todo el pueblo te adora

y repite a porfía

como Tú no hay otra igual.         

   Al Rocío yo quiero volver

   a cantarle a la Virgen

   con fe, con un olé.

   Dios te salve, María

   manantial de dulzura

   a tus pies noche y día

   te venimos a rezar.

 

Dios te salve, María

Un rosal de hermosura,

eres Tú, Madre mía

de pureza virginal.

        

 

 

 

 

 

 

 

 

          

                

Un aplauso y la despedida, cariños, lágrimas, besos, abrazos y hasta pronto. Nunca lo olvidaremos.